Ventajas del certificado digital para pagar impuestos

Trabajar como profesional autónomo o por cuenta ajena concede muchos beneficios y ventajas. Para empezar, la versatilidad y la flexibilidad a la hora de aumentar la cartera de clientes, desarrollar proyectos y establecer horarios de trabajo. No obstante, la independencia trae consigo también la responsabilidad directa de pagar los impuestos y el IRPF anual, lo que supone, para empezar, darse de alta como Hacienda en cualquiera de las categorías arriba mencionadas. Eso supone, ya hablemos de IVA o de IGIC, la obligación de declarar impuestos trimestrales. Algo que, si bien puede hacerse a la manera tradicional, es más cómodo con certificado digital.

La obtención de certificado digital de persona física no es nuevo, lleva operando desde que las administraciones públicas locales y del Estado llevaron a cabo un proceso de digitalización concreto. Ahora, salvo excepciones, en todos los casos se prefiere que los procedimientos burocráticos se lleven a cabo por medios electrónicos, y los documentos pertinentes queden registrados en algún archivo electrónico. Además de resultar más cómodo y un ahorro de papel, para los ciudadanos los trámites más esenciales se vuelven más inmediatos.

Por eso, obtener certificado electrónico online es lo mejor que podemos hacer si queremos cumplir puntualmente con el pago de impuestos sin sacrificar tiempo, y puede que dinero de transporte, en el camino. Desde luego, la manera tradicional, esto es, acudir al banco y pagar en un cajero, puede ser fácil también si vamos caminando al banco más cercano. Pero, por un lado, seguimos en pandemia, una época en la que es preferible evitar locales con tránsito de gente; y por otro, si trabajamos y estudiamos, supondrá mayores niveles de estrés para nosotros tener que acudir en persona al banco y, además, cumplir con nuestras obligaciones de siempre.

Por esto y muchos otros motivos, solicitar certificado digital online es indudablemente la mejor manera de pagar impuestos con firma electrónica, desde casa y usando tan solo nuestro dispositivo electrónico de confianza y una buena conexión a internet. En cuestión de minutos, sin necesidad de gastar papel y tinta, o coger el transporte público, podremos declarar fácilmente nuestros impuestos.