Aprendiendo a través de la psicología junguiana

Absolutamente todo en la vida está sujeto a crítica, y dicha crítica debe ser analítica, abierta y modesta desde el punto de vista de nuestra propia posición ante las cosas. No existen verdades absolutas o, mejor dicho, esas verdades están siempre sesgadas por privilegios, o encorsetadas en culturas y áreas geográficas que determinan, queramos o no, nuestra forma de pensar. Si partimos de esta base, toda investigación filosófica y psicológica que hagamos para comprender el mundo y a las personas, sobre todo en tiempos de crisis sin precedentes como la actual pandemia del virus del COVID-19, será edificante y nos permitirá esbozar un mejor camino hacia la justicia.

Esto no significa que debamos renunciar a teorías hegemónicas del pasado. Sin ir más lejos, la psicología junguiana en España y en todo el mundo sigue estando de rigurosa actualidad. Ello se debe a que Jung creó un conglomerado de conceptos todavía aplicables a sociedades, colectivos de personas y formas de pensar de grupos humanos amplios, lo que, tanto para entender el devenir de las sociedades contemporáneas como para saber más acerca de la posición de cada individuo en ella, nos sirve para aprender y para predecir, con más o menos acierto, el futuro.

Podemos considerarnos afortunados de que, a medida que avanzan los años, también avance la tecnología. Actualmente no solo es posible aprender el pensamiento de Jung a través de su interesante bibliografía, sino mediante portales web tan interesantes como Sepa, es decir, la sociedad creada para proseguir las investigaciones de la teoría psicológica analítica, e intercambiar todo tipo de trabajos de investigación al respecto. Su acceso, además, es inmediato para cualquier persona, de modo que no es necesario ser investigador licenciado en Psicología para aprender un poco más acerca de CG Jung en Barcelona y otros rincones de España, sino, sencillamente, una persona común y corriente interesada por sus ideas.

Mientras más sepamos sobre Jung, sobre otros pensadores de la psicología y sobre múltiples teorías, eurocéntricas o no, mejor posición tendremos para someterlas a crítica e intentar esbozar una hoja de ruta sostenible y caracterizada por la justicia social.