El email marketing y los usos del newsletter
Aunque las redes sociales han sustituido a las ya obsoletas listas de correo y los blogs son más fáciles de consultar que un email en nuestra bandeja de entrada, la realidad es que el email marketing sigue teniendo un lugar destacado en las labores del marketing digital.
Obviamente, si queremos dar el primer paso de captar usuarios, posibles clientes fieles en el futuro, tenemos que centrarnos fundamentalmente en las campañas de posicionamiento SEO y en el marketing de contenidos. Es importante posicionarnos bien para que nos encuentren y, al mismo tiempo, tenemos que saber ofrecer contenido de calidad para que los usuarios no se limiten a eso, a encontrarnos.
Sin embargo, el email marketing sigue teniendo una función primordial, una vez que hemos conseguido que, uno, los usuarios se enteren de que existimos; dos, hayan hecho clics motivados por una descripción creativa y con gancho de la metadescripción de Google; y tres, los hayamos convencido de manera indirecta para que adquieran nuestros productos y servicios gracias al contenido de calidad presente en la web, en el blog y en las redes sociales.
Es entonces cuando tenemos que ofrecerle el siguiente paso: la suscripción al boletín de correo electrónico y newsletter o, una vez ha efectuado una compra, o durante la cumplimentación del formulario de compra, la posibilidad de recibir noticias, novedades y actualizaciones en la bandeja de entrada.
Cuando un cliente potencial o usuario recibe en su correo electrónico información empresarial que no ha solicitado, estamos hablando de spam. El spam es muy molesto y por regla general siempre causa irritación en los usuarios, que, cansados de la presión de compra que ejercen sobre ellos los sitios web que una vez decidieron visitar pero que no les convencieron, deciden no ya no volver a entrar en la web, sino hablar mal de ella.
Esos comentarios negativos pueden ser fatales para la empresa, sobre todo si se realizan en internet, donde la propagación de la información es mayor y más inmediata. Pero, sobre todo, deberíamos hacer una labor de autocrítica y entender qué estamos haciendo mal. Un newsletter debe ser siempre opcional y llegar solo a los clientes ya fidelizados.
Luego viene el siguiente paso: elaborar el boletín de correo electrónico. Para que el boletín en cuestión sea interesante y llamativo, debemos tener en cuenta tanto el diseño general como el texto. La persona que se encarga de redactar los contenidos para el posicionamiento en Google, losque una vez convencieron a ese cliente de comprar, es la que debería encargarse también de redactar las noticias y novedades del boletín.
En cuanto al diseño general, debe tener las imágenes justas, pero que sean atractivas; y debería coincidir con el tono y el estilo general de la marca. Mantener la coherencia es fundamental, pues, en caso de no conseguirlo, podemos causar confusión en el cliente, y su fiabilidad en la marca puede descender unos cuantos puntos.
Los boletines de correo electrónico tienen más funciones. Mediante el mantenimiento constante del vínculo ya establecido con el cliente, podemos generar un tráfico web también equilibrado. Por esa razón es muy importante la inclusión de urls y enlaces directos a determinadas páginas en el boletín en cuestión.
De igual manera, siempre es fundamental agregar enlaces directos a nuestros principales perfiles en redes sociales. Una buena labor de marketing digital empresarial pasa por la comprensión de que todos nuestros recursos se retroalimentan.
Por ello, en dichas redes sociales también deberíamos animar a los usuarios a suscribirse sin compromiso y sin presión. Recordemos que no todos los usuarios de RRSS son clientes fieles, de modo que no deberíamos instarlos de manera descarada a recibir el newsletter.
Por último, es importante tener en cuenta que a día de hoy existe software libre y de pago en internet específicamente creado para posibilitar el diseño y la creación de boletines de correo electrónico. Es importante investigarlos y escoger aquel que más se adapte a nuestras necesidades de diseño y de marketing.
Por otro lado, la existencia de estas herramientas demuestran que, en efecto, el email marketing sigue siendo imprescindible para una buena estrategia de marketing online. No debemos subestimar su uso, pero tampoco debemos abusar de él. En el equilibrio está el éxito.