¿Cuándo es conveniente un crédito para pagar deudas?
Tener una deuda en la tarjeta de crédito, otra de un préstamo bancario, otra con la compañía de venta de móviles y otra de los préstamos personales online rápidos. Son bastantes deudas, por no decir que demasiadas. Esta situación puede llegar a ser muy agobiante para las personas que no saben manejar varios frentes financieros a la vez.
¿Qué se puede hacer para salir de esta circunstancia? Primero que nada, hay que mantener la calma. No es algo imposible de solventar, por lo que es necesario ve las cosas con cabeza fría y no desesperar. El desespero puede llevar a gastar en vicios como el alcohol o el tabaco, o hacer “terapias de relación” con compras impulsivas en el centro comercial.
Una opción puede ser acudir al banco para hacer una reestructuración de las deudas. Lo que pasará es que el banco al que se acuda pagará lo que la deuda a las instituciones correspondientes. Se pagarán los préstamos viejos y adquirirás uno nuevo. Suena bastante mejor tener solo una deuda, pero hay que entender las implicaciones.
Primero que nada, es necesario ver que este servicio no es gratis, nada lo es. La ventaja de esto es que el importe mensual a pagar puede ser menor que cuando se tenían todas las deudas acumuladas. Claro, el plazo de pago también se extiende, por lo que hay que tener una buena planificación financiera para todo ese tiempo.
Hace falta medir muy bien los gastos extra que se puedan presentar cuando, por ejemplo, hay un retraso en el pago. Ese sería uno de los posibles costos adicionales. Otro puede ser que el pago de la deuda aumente, debido a que el plazo es mayor. Un simulador de préstamos puede ayudar a evaluar todo el escenario.
Este tipo de deudas puede resultar bastante delicada, pero no algo imposible de manejar. Es conveniente pedir uno de estos préstamos cuando existen ingresos estables, planificación a mediano y largo plazo, y están eliminados los gastos innecesarios.
Ya que la responsabilidad es demasiado grande, debería verse este método de pago como una última opción. No es una buena idea si, por ejemplo, lo que se busca es disminuir la cuota mensual de los demás pagos, ya que sale más caro con el tiempo. Tampoco sale bien para quienes tengan en desorden sus finanzas o no son puntuales con los pagos. Las consecuencias pueden ser mucho más desventajosas que la situación inicial. Tomar esta decisión tiene su precio, debe ser algo hecho a consciencia y con constancia.