Perfil de un consumidor: No estás a salvo
Hoy en día, más que nunca antes, nos enfrentamos a una batalla sin cuartel ni fin contra el maremoto que han significado las drogas para nuestras sociedades. Y es que, la persecución del ser humano por alterar sus sentidos de maneras, cada vez más creativas, puede ser rastreada hasta las más antiguas civilizaciones con métodos que, hoy en día, harían levantar una ceja en señal de desagrado al ser comparados con los modernos , discretos y sencillos fármacos que logran efectos similares.
No son pocos los movimientos que pueden ser vistos en numerosos países, con cada vez más fuerza y más terreno, luchando en pro de la legislación respecto al tema de determinadas drogas que todavía son consideradas como vetadas. Y es que, aunque los propios centros de desintoxicación de alcohólicos, han sido los primeros que han ayudado a posicionar a la bebida como la más adictiva de todas las drogas, ésta sigue encabezando tanto la lista de los artículos más vendidos de manera completamente lícita en el mundo, como también una de las causas de muerte, directa o indirectamente, más comunes en el planeta.
Mientras que otras sustancias con estudios que las muestran como mucho más inocuas siguen estando completamente vetadas de la mayoría de las jurisdicciones. Sin embargo, de la mano de la aparición de estos movimientos reivindicativos, un factor que llama la atención de los estudiosos, es la facilidad con la que estos toman fuerza entre quienes deciden apoyarlos y, también, el perfil de estas personas, ya que este tipo de observaciones ha desmitificado un gran número de falsas concepciones que se tenían sobre los estupefacientes.
Estadísticas e historiales de clínicas de rehabilitación de drogas han probado que, al contrario de lo que se solía creer, el perfil del consumidor promedio, el que mayoritariamente puede ser encontrado, se corresponde a personas muy jóvenes, en general, adolescentes o adultos muy jóvenes que harían lo que se denomina “uso lúcido” de estas sustancias, asociándolas con eventos o lugares de ocio. El segundo grupo mayoritario se correspondería a personas de edades más avanzadas, pero casi siempre, menores a los 35 años, que serían adultos ya más establecidos en búsqueda de nuevas experiencias y sensaciones. Sin embargo, el factor más común entre los consumidores, al contrario de lo que se creía, poco tiene que ver con altos niveles de pobreza o falta de educación; sorpresivamente, la media de los consumidores suelen ser usuarios provenientes de las clases medias o más acomodadas, en lo referente a lo económico y lo cultural.
Si bien el tema de las adicciones suele ser un tema delicado en el seno de cualquier núcleo familiar, lo cierto es que la ayuda de la misma es de vital importancia en procesos como dejar el alcohol o para lograr, de manera definitiva, dejar las drogas. Prevenir que este escenario suceda en primera instancia es completamente imposible, dado que la decisión de tomar o no estas sustancias es una elección personal; sin embargo, son los canales abiertos de comunicación constante entre personas de un núcleo, el único método que existe para lograr enfrentar estas situaciones de manera eficaz.