Cómo controlar el dinero de la autogestión
Crear un grupo autogestionado desde cero no es fácil. La misma definición de «autogestión» responde al porqué: gestionarse por uno/ mismo/a el grupo desde cero, tanto en su creación como en su desarrollo.
Normalmente el término, que es un neologismo que está empezando a arraigarse en el ámbito del activismo y los servicios sociales, se refiere a grupos que actúan al margen de las instituciones del estado y por lo tanto de cualquier tipo de ayuda económica o subvención. De ahí que resulta tan complicado en un principio sacarlos adelante.
¿Qué consejos podemos seguir si tenemos en mente crear un grupo autogestionado? Lo primero de todo es que debemos organizar muy bien el fondo de ahorros. Tenemos dos opciones: utilizar una hucha o utilizar una cuenta bancaria del grupo o cuenta de PayPal.
El que escojamos una cosa u otra depende de la longevidad del grupo y de nuestro alcance. Por ejemplo, si tenemos alcance regional nos bastará con una hucha de donaciones, donde la gente puede introducir dinero cuando asista a los eventos, o el dinero de las cosas artesanales que podemos vender, otra forma de hacer dinero.
Pero hay otros recursos, como por ejemplo los préstamos urgentes online. Si solicitamos este tipo de ayudas privadas vamos a necesitar una cuenta bancaria del grupo para la recepción de la cantidad solicitada.
Además, si decidimos solicitar donaciones a nivel nacional, es decir, a través de internet, claramente tendremos que habilitar un monedero virtual. En otras palabras, la opción de la cuenta o el monedero online es ideal para grupos un poco más ambiciosos en lo que a geografía se refiere, o a grupos que ya lleven un tiempo marchando y quieran empezar a expandirse.
Por supuesto, nada de esto sería efectivo sin un presupuesto. Es importante que llevemos tanto un registro de los gastos como de las ganancias; primero para adecuarnos al dinero de nuestro fondo de grupo, y segundo para saber cuánto estamos ganando con cada actividad.
Llevar un registro es una manera de formalizar la autogestión, nuestras ventas, nuestros préstamos personales y cualquier herramienta económica que queramos usar.