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Cómo triunfar en internet siendo una pequeña empresa
Hoy en día, es relativamente sencillo emprender si el principal medio en el que se mueve la nueva empresa es internet. Relativamente porque, siendo precisos, la competitividad en cuestión es voraz.
El ahorro de costes derivados de proyectarse en internet, y que suele incluir la desaparición del alquiler de un local físico, facturas incluidas, y la eliminación de la distribución a espacios comerciales en el caso de comercios específicos, aumentan las posibilidades de muchos pequeños empresarios de abrir su nuevo negocio y, por qué no, prosperar.
Resumiendo y simplificando mucho, en internet solo hay dos reglas esenciales para coronar el éxito: ser visible y ofrecer contenido de calidad.
La visibilidad se consigue mediante el posicionamiento en Google, conseguido sobre todo a través de técnicas de SEO y SEM. El SEO, en pocas palabras, abarca las técnicas de posicionamiento orgánico en los resultados de búsqueda a través de las palabras clave.
Las keywords han de coincidir todo lo posible con las palabras clave tecleadas en el buscador por la mayoría de los clientes potenciales al buscar artículos relacionados.
El SEM, por su parte, son campañas publicitarias patrocinadas en buscadores, y los anuncios solo se activan para aquellos usuarios que también buscan algo que tenga relación con los productos y servicios anunciados.
Sin embargo, la visibilidad, aunque aumenta sin duda el tráfico web, no se traduce en permanencia de usuarios en la web, y mucho menos en conversión de usuarios en clientes fidelizados.
Para conseguir eso, el paso más difícil, hay que crear contenido de calidad. Los usuarios no quieren publicidad intrusiva, agresiva y descarada de los productos de una empresa. Lo que quieren es ser escuchados y comprendidos, y que la marca en cuestión resuelva sus dudas en la medida de lo posible.
Solo así se sentirán escuchados y valorados y, por lo tanto, depositarán su confianza en la empresa.
Así, y mediante la correcta aplicación e interacción de estos dos sencillos pasos, el negocio se consolidará y prosperará, creciendo de manera satisfactoria en un futuro cercano. Quien siga las reglas del juego triunfará, sea una pequeña empresa o una multinacional.