¿Comprar un auto nuevo o usado?
La decisión de comprar un vehículo puede ser mucho más difícil de lo que parece, puesto que entre la cantidad de modelos, presupuestos, el año de fabricación y demás, también está la gran pregunta: ¿es más conveniente comprar un auto nuevo o usado? Mas allá de gustos, que son subjetivos, se trata de una decisión que tiene que ver en términos de conveniencia financiera, por lo que cada quien deberá elegir lo que más le resulte según le acomode a su situación particular, no solo del bolsillo.
Con respecto a un auto usado, la principal ventaja es que es mucho más económico que uno nuevo, e incluso se puede hace runa negociación de su precio para abaratarlo más. También resulta en un gran ahorro en lo que respecta a pago de impuestos y del seguro. Al tener precios más accesibles, con préstamos online inmediatos se puede cubrir una parte significativa de la compra.
Entre las desventaja están que al ser un vehículo usado, puede no estar en perfecto estado, lo cual es posible que llegue a ser un problema. No tiene una confiabilidad total. Si es demasiado viejo, también será una fuente significativa de gastos en lo que a reparaciones se refiere.
Si se valúan las ventajas de un auto nuevo son claras: ofrecen garantía, la última tecnología, su fiabilidad está asegurada y será menos costoso en mantenimiento. Tampoco hay que ser un gran experto en mecánica para tomar una buena elección, ya que no hay que saber el trato que le dio el dueño anterior.
La desventaja principal es clara: resulta mucho más costoso que un auto usado, así como los impuestos y el seguro. En caso de que haga uso de una tecnología demasiado compleja será complicado conseguir personal que desee trabajar con el vehículo. También hay que tener en cuenta que su valor se deprecia hasta un 20% apenas toca el asfalto fuera de la agencia.
Ahora bien, con todo esto expuesto, es momento de saber si una compra es mejor que la otra: la decisión adecuada va a depender de las necesidades de cada quién. Hay que tomar en cuenta los factores que son financieros y los que no. No se trata únicamente del precio y de las cuotas de pago, sino de entender que al momento de su adquisición influyen muchas otras cosas: la disponibilidad de tiempo para hacerle chequeos, la facilidad o dificultad de hacerle mantenimiento, el costo de las piezas, si en caso de emergencia hay que recurrir a préstamos rápidos sin papeleos o si el seguro da un buen servicio.
La decisión es cuestión de saber lo que se acomoda al bolsillo y al estilo de vida que tiene cada quien.