La conveniencia de montar ascensores en Madrid

¿Son los ascensores imprescindibles en el día a día de todas las personas? Digamos que, aunque nos facilitan la vida a todos sin excepción, es realmente esencial en la movilidad de una serie de personas específicas. Es decir, aquellas que, temporal o de manera permanente, se desplazan en sillas de ruedas. En todas las ciudades, pero especialmente aquellas en las que hay una afluencia importante de personas, como la capital, resulta esencial tomar conciencia, y desarrollar en consecuencia la empatía, respecto a toda esa gente que no dispone de las escaleras, de cualquier tipo, a la hora de desplazarse y llegar a su destino. Es necesario, puesto que, ya desde la misma fase del montaje de ascensores en Madrid, se tienen en cuenta las medidas adecuadas a las sillas de ruedas.

El resto de personas, las que afortunadamente no tenemos problemas de movilidad reducida ¿Debemos renunciar a este medio de transporte interior tan útil y práctico? En absoluto. No se trata de eso, sino de priorizar el servicio. A menudo, cualquier persona se ve obligada a utilizar elevadores por el mero hecho de subir la compra del supermercado o bajar algún mueble pesado de madera que pretendemos dejar junto a su contenedor correspondiente. Por poner solo dos ejemplos de muchos. Eso también significa, claro está, que, si por cualquier motivo el medio en cuestión sufre una avería, a todo el mundo, use o no sillas de ruedas, le conviene que se ejecute la reparación de ascensores en Madrid con la mayor prontitud posible.

Pero eso no es incompatible con el hecho de que, si hay muchas personas aguardando a que el ascensor llegue en un centro comercial o en un edificio administrativo, y resulta que una de ellas utiliza una silla de ruedas, el resto de gente deba tener la deferencia de cederle el paso primero a esa persona. De igual modo que el mantenimiento de ascensores en Madrid nos hace la vida más cómoda a todos, pero, para la gente con movilidad reducida, lo que consigue es permitirles tener una vida independiente y posible. Por eso, repetimos, es imprescindible aprender a tener suficiente empatía.