La eficacia y la versatilidad de las sillas salvaescaleras

Hay muchos tipos de escaleras. Las más habituales, las que vemos sobre todo en edificios públicos, son las cuadradas o rectangulares, indudablemente las más estándar. Sin embargo, en una casa privada, por ejemplo en un chalet, también pueden ser de caracol. Todos estos estilos son bonitos y agradables, pero pensemos en este supuesto: ¿Qué haríamos si tuviéramos que usar una silla de ruedas de manera permanente? ¿Cómo podemos sortear el obstáculo que supone en sí subir unas escaleras, sean del estilo que sean? La solución ya existe y se llama sillas salvaescaleras.

En los mencionados edificios públicos, normalmente el problema de la movilidad vertical se sortea instalando ascensores. Hoy en día, todos y cada uno de los elevadores estándar que se comercializan están diseñados con unas medidas y unos usos concretos, es decir, han sido creados para ser accesibles. Sin embargo, no podemos permitirnos el lujo de poner un ascensor en nuestra casa, y por eso es común que haya salvaescaleras fundamentalmente en espacios privados. También, en rellanos de edificios que, aun teniendo ascensor, ha sido puesto en el primer piso, y no en el bajo.

Volvemos, pues, al problema planteado al principio: el estilo de escalera. Una persona que necesite empezar a usar silla de ruedas tal vez atraviese un período de incertidumbre al respecto. ¿Se adaptará bien la silla al tipo de escalera que tengo en casa? ¿Los precios de salvaescaleras son asequibles? Hay una respuesta tranquilizadora a ambas preguntas. En primer lugar, existen varios tipos de sillas, unas por ejemplo diseñadas para escaleras rectas, y otras para escaleras curvas. También, plataformas elevadoras más que sillas.

En cuanto a la segunda, no tenemos más que buscar en internet para darnos cuenta de que los precios son justos y asequibles, si bien también podemos hacer uso de ayudas o subvenciones relativas a personas con discapacidad. Porque, al igual que sucede con las personas más vulnerables en la pandemia actual de la COVID-19, las personas con movilidad reducida pueden recurrir a una serie de recursos que los gobiernos ponen a su disposición. En resumidas cuentas, en eso consiste la accesibilidad.