Las herramientas más útiles del community manager

Un buen community manager sabe que gestionar la identidad digital de una empresa requiere tiempo, paciencia y esfuerzo. Lo primero depende mucho del crecimiento de usuarios en el tiempo. Lo segundo, de la monitorización de resultados, puesto que solo sabrá si la estrategia va bien cuando transcurran algunas semanas, tal vez incluso meses.

En cuanto a lo tercero, será imprescindible que el CM realice labores de seguimiento en todo momento. No solo de los usuarios activos de la marca en RRSS, sino también de las acciones de la competencia, y de la aparición de nuevas herramientas online que resulten útiles para su trabajo.

Con respecto a esto último, resulta evidente que existen numerosas plataformas de gestión de redes sociales y de analítica web imprescindibles para el buen hacer de los CM.

Google Analytics tal vez sea la más básica, pero es muy fácil de usar, muy versátil en cuanto a la elaboración de informes, y además gratuita. Para una agencia posicionamiento web, resulta muy útil para detectar el tráfico orgánico entrante, pero un CM puede utilizarla para extraer analíticas del tráfico que recibe la web a través de las redes sociales más importantes.

Otra herramienta gratuita, aunque con versión de pago, es Hootsuite, que permite gestionar varias redes sociales al mismo tiempo y programar publicaciones.

Esta última función es extraordinaria si queremos sacar partido a las horas de máxima presencia en redes de los clientes potenciales de la marca. Por otro lado, si queremos una interfaz en columnas similar a la de Hootsuite pero con más funcionalidades, TweetDeck tal vez sea una de las más útiles del panorama actual.

Por último, no podemos obviar Audiense Connect, una plataforma virtual extraordinaria para medir en términos cuantificables la influencia empresarial sobre una determinada audiencia. Entre otras cosas, toma nota de manera automática de los principales influencers del momento, y también incrementa de forma bastante eficaz la notoriedad de la empresa.

Hay muchas más, pero conviene ir conociéndolas poco a poco y, sobre todo, saber establecer un buen uso de dos o tres herramientas básicas combinables entre sí. Estas son un buen ejemplo.