Organizando nuestra boda con ilusión
¿Cuántas veces hemos fantaseado con cómo sería nuestra boda, con el banquete, los invitados, la ceremonia, la banda y, por supuesto, los trajes barrocos que llevaríamos junto con nuestra pareja? Pero en ocasiones las fantasías se hacen realidad, y tal vez nos encontremos justo ahora en esa situación, en la que ya hemos decidido casarnos con la persona con la que deseamos compartir nuestra vida y solo tenemos que organizar el que, sin lugar a dudas, será uno de los días más felices de nuestra vida, si no el que más. Solo tenemos que escoger bien cada pequeño aspecto de la ceremonia nupcial y del sitio en el que queramos celebrarlo.
No vamos a negar, por otro lado, una realidad que no nos hace especial ilusión: debido a la pandemia de la COVID-19, nuestra manera de organizar bodas ha cambiado. Hay aforo limitado, debemos llevar mascarilla obligatoria, tenemos que cuidar la limpieza del lugar y la desinfección de manos y tenemos que procurar dejar una distancia interpersonal de al menos metro y medio durante todo el evento. ¿Significa eso que no podemos disfrutar de nuestra propia boda? En absoluto, solo que debemos ser más cautos. Además, podemos sacar partido de la situación Por ejemplo, ¿qué tal una mascarilla de tela de diseño a juego con los trajes para novios confeccionados en la sastrería a medida que escojamos?
Por otro lado, internet es nuestro principal aliado mientras decidimos cómo queremos llevar el catering, ya que podemos buscar de todo, desde un menú para el banquete hasta los trajes de novio que más nos gusten, sin salir de casa; y no cabe duda de que nos encontramos en una época en la que no salir demasiado a la calle es la mejor decisión posible. Por otro lado, si tememos acudir en persona a boutiques o sastrerías para probarnos los trajes, no hay nada que temer, ya que a estas alturas también este tipo de establecimientos han asumido y adoptado todas las medidas de seguridad posibles. En conclusión, podemos soñar con organizar nuestra boda en una época tan caótica. Nada, ni siquiera un virus, puede poner trabas al amor.