Presencia Global
26 de Abril de 2022 | 08:37
B2B

Rediseña tus paquetes y vende más

El mundo de las artes gráficas abarca un amplio rango de sectores. Una de sus ramas más completas es el diseño gráfico. Por supuesto, dentro del diseño gráfico encontramos muchas más ramificaciones con sus respectivas especializaciones: diseño gráfico editorial, gráfica publicitaria, diseño de identidad corporativa, diseño orientado a páginas web… Sin embargo, hasta hace poco, nada se hablaba del diseño de envases. Afortunadamente, en la actualidad, el diseño de los paquetes de las colonias con las que nos perfumamos, las cajas con los cereales sin los que no podemos desayunar o las tote bags (que están tan de moda) son sólo algunos ejemplos que muestran la importancia que el packaging está adquiriendo en la actualidad. El motivo, no es difícil de adivinar. Del mismo modo en que, a la hora de conocer a alguien, los siete primeros segundos son clave, la primera impresión que un producto causa en el comprador, es fundamental para garantizar la venta o pérdida del producto en cuestión.

En el presente artículo te explicamos las características que sólo los buenos packaging envases tienen.

Diseño atractivo

Este es el primer elemento que va a captar la atención de nuestro potencial cliente. Es la fachada del producto, lo primero que se ve. Algunos factores que determinarán que el producto atraiga al público objetivo o target son: la selección de la gama de colores, las imágenes incluidas, las tipografías, la composición y distribución de elementos.

Resistencia

Seguramente, junto con la funcionalidad, sea lo siguiente en lo que se fije el comprador. Es necesario que el contenedor proteja como es debido al continente. Por ello, el material que utilizado como base en la fabricación del packaging determinará la durabilidad y seguridad de aquello que se encuentre en su interior.

Funcionalidad

Riñendo en importancia con la resistencia, encontramos la funcionalidad. Un envase debe ser práctico; accesible. La innovación aquí radica en ser capaz de ofrecer un packaging que proporcione la durabilidad y protección adecuadas al producto, pero facilitando su apertura y cierre. De esta forma, al comprador no le costará extraer o guardar el contenido en su interior. Uno de los aspectos que debe valorarse en la funcionalidad también es el material utilizado. Hay ciertos materiales más fáciles de plegar, que admiten ciertas soluciones de apertura y cierre; así como otros más complejos. Lógicamente, no se requiere la misma funcionalidad en una caja de embalaje en la que se traslada una pieza de cerámica que en una caja de cartón, donde se guardan las «galletitas» para el almuerzo.

Proyección de marca

Este es el siguiente punto importante: la proyección de marca. Consiste en transmitir la identidad corporativa, la esencia de la empresa, lo cual es vital, porque rápidamente se asociará nuestra compañía con los productos que vendemos. Y todo esto es posible a partir del diseño del envase. Un ejemplo clásico es el de Coca Cola, que utiliza una tinta plana roja muy característica, además de un logotipo que presenta generalmente en blanco, con una tipografía caligráfica que no ha cambiado en todos los años de Coca Cola. Este detalle que podría calificarse como una ausencia de innovación, transmite el mensaje de que no necesitan reinventarse, porque lo que llevan haciendo desde siempre, funciona.

Packaging 3D

El packaging 3D recurre a programas en los que el diseño se plasma sobre el soporte tridimensionalmente, ofreciendo una visión tridimensional desde la bidimensionalidad de las pantallas. Una de sus ventajas es que permite ofrecer una muestra piloto de cómo quedaría el diseño para nuestro brick, bolsa, mochila… lo que sea, en caso de que validáramos dicha muestra. De esta forma, se pueden realizar las modificaciones de una forma mucho más sencilla y rápida, tanto en el diseño como en el propio mock-up, reduciendo así el malgasto de materiales que resultarían de no disponer de un entorno 3D, ya que a cada modificación tendría que volverse a imprimir en el packaging final, algo que incrementaría los costes.