Un huerto urbano a tu alcance
Lleva tiempo rondando la idea en tu cabeza de crear tu propio huerto urbano y, aunque ganas y voluntad no te falta, no tienes idea de cómo hacer realidad ese deseo. Dudas que surgen sobre como cultivar o sembrar, cuando abonar y cómo, con qué frecuencia debemos regar cada tipo de planta y que abonos quieres utilizar. Sobre el tipo de abono, el más adecuado sería el abono ecológico, utilizar abonos y fertilizantes de origen natural sin presencia de sustancias químicas nos surtirá de verduras y frutas saludables y beneficiosas para nuestro organismo, al mismo tiempo que disfrutaremos de su sabor al 100%.
También vas a necesitar información sobre qué productos son los más adecuados para plantar según la climatología; por otro lado está el tema de cómo cuidar las plantas para que se desarrollen libres de plagas y enfermedades, los fertilizantes ecológicos que actúan como protectores nos ayudarán en esta tarea.
El contacto con la tierra y el placer de recoger lo que has sembrado y cuidado, es una experiencia única. Puedes poner tu huerto urbano en una terraza, en la azotea, o en un jardín, si tienes la suerte de tenerlo. Una experiencia muy gratificante, tanto si lo haces en solitario como si lo vas a compartir en familia.
El amor por la naturaleza y el cuidado de las plantas es beneficioso para la educación de nuestros hijos, fomenta el respeto por lo que nos rodea y la responsabilidad por el cuidado del medioambiente.
Si el lugar elegido para crear tu huerto urbano es un espacio soleado a lo largo de todo el día, es decir, tiene orientación sur, tus cultivos pueden estar bien agradecidos, aunque eso sí, tendremos que aumentar la frecuencia de los riegos. Si por el contrario no está expuesto a muchas horas de luz, entonces, tendremos que decantarnos por el cultivo de plantas que se den bien en sitos más sombríos, tal sería el caso de las lechugas, canónigos, hierbas aromáticas, acelgas, judías, guisantes, escarola.
Como hemos visto, tenemos la posibilidad de crear un huerto urbano muy variado, tan solo tendremos que tener en cuenta las limitaciones de espacio y climatología.
Por lo demás, no puede haber nada más gratificante que un huerto cultivado con nuestras propias manos y cuyos productos sean tratados con abonos y fertilizantes ecológicos, por respeto a la salud de nuestra familia, la nuestra y, por supuesto, la del planeta que habitamos.